“Mi experiencia en las Acap”

Por Agustín Tedeschini

Estuvimos 1 mes con la idea de que íbamos a tener que trabajar en las ACAP sin saber nada sobre ellas, no sabíamos en dónde íbamos a estar, no sabíamos cuánto durarían, tampoco sabíamos si podíamos elegir lo que haríamos durante esas 2 semanas. Sabíamos que estaba por empezar dentro de poco. 

Un día entró una persona que se presentó y dijo que estaba a cargo de nuestro curso en cuanto a las ACAP, nos explicó que día empezamos,que sería en el Centro Cultural Recoleta y cómo serían los diferentes espacios, cuantos cupos había en cada uno y nos preguntó a dónde queríamos ir. Mis amigos terminaron eligiendo ir a visitas guiadas, aunque a mí no me gustaba la idea. 

Cuando llega el día de ir, tenía un poco de miedo, de que la pasara mal y que me trataran mal a mi o a mis amigos. Me junto con mis amigos en la parada, tomamos el colectivo y llegamos 10 minutos antes, llegamos primeros, nos dirigieron hasta una sala con una ronda de sillas y estuvimos esperando hasta que de a poco llegaban nuestros compañeros y al fin llegaron nuestros coordinadores, nos volvieron a explicar todo y nos pidieron que escribiéramos en un papel nuestras expectativas de esta experiencia, escribí lo mío y deje mi papel, después nos dieron un pin con el que nos identificamos y un sticker donde escribimos nuestro nombre y después nos asignaron nuestros espacios, habían añadido dos más así que tuvieron que cambiar los lugares, yo como no quería hacer visitas guiadas, me cambie al espacio de arte junto con otro compañero y nos dieron un tour del lugar antes de volver a la sala y darnos una merienda. Había sido un primer dia muy acogedor que transformó mi miedo en ganas de venir. 

El resto de los días fui presentado a los encargados del espacio de arte y nos dieron varios tours más, explicandonos la historia de cada sala y como se fue construyendo el centro, ayudabamos a ordenar cada sala al principio de cada dia, nos compraban la merienda y nos dieron una actividad para hacer, contar una historia a partir de las salas que se encontraban en el centro, creando nuestros propios personajes y dándonos un presupuesto imaginario de 20.000 pesos. Fue difícil al principio, tener que pensar una historia desde cero, sin tener la posibilidad de añadir muchas cosas, pero con el paso de los días, las ideas se empezaron a formar. Era increíble ver a toda la gente que recorría el centro mientras buscaba lugares para añadir a mi narrativa. Los recreos eran una de las partes más divertidas de todo el día, ir al patio y jugar metegol con mis amigos fue algo que nunca pensé que disfrutaría tanto como lo hice. 

Los últimos días se pasaban volando, al final tuvimos que hacer un collage que hablara sobre nuestra historia, me costo mucho hacerlo pero lo pude terminar y presentarlo, nos dieron unos posters y unos pines extra y nos despedimos, fuimos todos a la primera sala en la que entramos, nos dijeron que llevemos algo para merendar asi que la mesa estaba bastante llena, pero antes de comer nos pidieron que leyéramos nuestras expectativas y habláramos sobre si las habíamos cumplido o no. Mis expectativas habían sido superadas y fue una experiencia que no había esperado ser tan positiva, al final nos dieron otro póster y un pin extra y nos fuimos con una sonrisa en la cara.